Jaime Nicolau / Fotos: Fernando Murad

El secretario autonómico Francesc Colomer visita la zona en la que quieren implantar 900 hectáreas de placas solares

Relato, territorio, tradición, paisaje, belleza, bodegas y agroturismo. Esos son los sólidos argumentos que el secretario autonómico de Turismo Francesc Colomer ve en los viticultores de Terres dels Alforins para abrir un diálogo necesario y urgente y convencer a las administraciones implicadas para que la instalación de las energías renovables en el territorio responda a criterios racionales. Y es que los viticultores tenían depósitadas muchas esperanzas en la persona de Colomer ante la importante amenaza que el boom de las energías renovables está haciendo planear sobre su territorio y su paisaje. El secretario autonómico ha sido el político que de manera más contundente se ha alineado con el territorio y el paisaje en las últimas semanas, tanto que en los grupos de whatshapp de los viticultores se ha llegado a bautizar el 29 de abril como el día de Sant Francesc Colomer, pues la única administración que a día de hoy se ha pronunciado sin temor en favor del paisaje, algo que Agricultura no ha hecho y Urbanismo, que lo hizo, parece  querer desdecirse en los últimos días. Un drama para los bodegueros.  “Si hay un paisaje emblemático, productivo y competitivo es Terres dels Alforins, un paisaje con un componente mágico. Entre todos hay que conjurarse para que este paisaje y esta problemática tengan un desenlace feliz, ya que hablamos de un territorio que considero la joya de la corona”, señalaba el secretario autonómico. Durante su comparecencia Colomer ha tendido su mano para abrir el diálogo entre todas las partes implicadas porque considera que la defensa del paisaje y las renovables son filosofías que miran en la misma dirección. Por tanto, es necesario buscar una fórmula consensuada por todas las partes. «Los políticos debemos de huir de los trajes de hierro. La vida, como decía Calamaro, tiene que ser una prisión con las puertas abiertas. Sin el territorio no se puede construir nada. Desde Terres dels Alforins aportáis una narrativa competitiva al relato turístico de la Comunitat Valenciana» añadía. «Desde Turismo luchamos contra la estandarización buscando nuestra versión más auténtica y genuina y vosotros lo sois» comentaba a los viticultores presentes. «Me pongo a vuestra disposición para que todos participemos de la voluntad positiva de preservar un paisaje que es un tesoro. Estas tierras tienen un componente mágico», argumentó el secretario autonómico.

De hecho, las bodegas que componen Terres dels Alforins han conseguido en los últimos 30 años dinamizar de manera excepcional el agroturismo de las tres poblaciones que conforman su territorio: Fontanars dels Alforins, la Font de la Figuera y Moixent.

Y es que la situación es angustiosa para los viticultores y bodegas que conformamos Terres dels Alforins pues la especulación ha llegado a este territorio con 8 proyectos de megaparques fotovoltaicos en La Font de la Figuera, que suman 500 hectáreas, y otros 2 en Moixent de 400 hectáreas, así como la instalación de 200 torres de tendido eléctrico de 70 metros que parten en dos nuestro territorio.

Fondos de inversión están presentando contratos aparentemente tan atractivos como llenos de letra pequeña a los agricultores, tentándoles con unos cantos de sirena que pueden ser el fin definitivo del motor económico de la zona que es el viñedo.

La jornada ha arrancado con una visita al Poblado Ibérico de La Bastida de Les Alcusses, en Moixent, como símbolo de una cultura, la vitícola y la agrícola, arraiga a este territorio desde hace más de 24 siglos. Desde allí el secretario autonómico Francesc Colomer ha podido contemplar la belleza de un paisaje por el que ya ha mostrado admiración en repetidas ocasiones de forma pública.

Por parte de los viticultores de Terres dels Alforins ha tomado la palabra Pablo Calatayud que en una emotiva carta ha hablado a ellas, a Les Terres, que son las que realmente están en peligro. En valenciano y mirando con preocupación al paisaje, Pablo comenzaba su su emotivo discurso, (en un valencià voluntariamente de poble que transcribimos tal cual), señalando que “estes quatre mil hectarees de vinya barrejades amb els masos, pinars i altres cultius de secà, configuren l’únic gran paisatge de vins de la Denominació d’Origen Protegida València. Un paisatge mediterrani en mosaic que la conselleria de territori va estudiar i catalogar fa 10 anys com un dels 20 paisatges de més valor de la Comunitat Valenciana i que, lamentablement, hui continua sense protecció”.

Y es que los viticultores de Terres dels Alforins llevan varias décadas amasando con sus manos un paisaje que aman al tiempo que lo han conseguido situar como destino agroturístico. “Als nostres pobles viu ara mateix tota una generació de viticultors que ha corregut moltes terres, gent formada i preparada per a fer grans vins. Vins singulars que són l’espill d’un paisatge singular que hem de preservar perque és el nostre millor patrimoni. Productors fidels al seu origen i la seua tradició i amb ganes, amb moltes ganes de mostrar al món que estes terres estàn plenes de tresors amagats”.

Por ultimo, y utilizando metáforas que dejan entrever los sentimientos y preocupaciones que amenazan estos días su corazón ha señalado que “per a estes persones de gris, només som un territori gris. Un tros d’un mapa, del seu color preferit… els promotors de fotovoltàiques han vist un espai gris (que vol dir sense protecció) entre Almansa i Villena (a ponent) i la subestació elèctrica de Montesa (a llevant) i van a per ell.  Perquè ací hi ha un gran negoci i perque encara que coste de creure, la llei ara mateix està del seu costat. Sembla que pagar molts diners a uns pocs per a trencar el paisatge de tots sense cap mena de planificació és molt bo per a la sostenibilitat i per al desenvolupament rural”, concluía pidiendo sentido común a la administración.

Miguel Velázquez, también viticultor de Terres dels Alforins, añadía contundencia al manifiesto de Calatayud: “esta situación no es justa de ninguna manera. Tenemos mucho espíritu de lucha y hemos estado trabajando muchos años por este territorio, nosotros y nuestros antepasados y no vamos a dejar de luchar y llegaremos hasta dónde haga falta”.

El presidente de la DOP Valencia, Cosme Gutiérrez, presente en el acto para mostrar el respaldo de este Consejo Regulador a sus viticultores ha asegurado que “desde esta institución vamos a poner en marcha todos los mecanismos que sean necesarios para encontrar la solución más favorable para nuestras bodegas, nuestros viticultores y, en definitiva, nuestro territorio”.

También los alcaldes de los tres municipios afectados lanzaron sus peticiones al secretario autonómico. Vicente Muñoz (La Font de la Figuera), pidió «modificar el Real Decreto 14/2020 y trabajar para catologar el suelo agrícola y poner en valor el territorio y el paisaje». Julio Biosca (Fontanars dels Alforins), señaló que «el territorio tiene que ser escuchado», mientras Guillermo Jorques (Moixent) señaló que «no tiene sentido promover la protección del medio ambiente a costa del medio ambiente». Cerró el turno Xavi Pascual, director del Patronato de Turisme de València para «respaldar el compromiso que desde hace muchos años la Diputación tiene con Terres dels Alforins porque no me imagino cerrar los ojos y al abrirlos que este bello paisaje se haya tornado gris. Hay que buscar una solución».